De este sentimiento, al que el autor en sus escritos suma la incertidumbre del ser del hombre, el miedo a perder la visión de la niñez, la incomprensión a veces del mundo y un pánico a olvidar sus raíces, nace este poemario, donde cualquier ser humano que haya tenido que abandonar su tierra se (...)
«Vendimia en la sangre» es un libro escrito, básicamente, entre 1943 y 1947, aunque el autor ha seguido trabajando en él hasta fechas recientes. El justificado temor a la censura de entonces, y el propio pudor del poeta al dar a la luz sus versos más íntimos han demorado su publicación.
"Ángel ha optado por no maquillar sus palabras, y hay en su desnudez un punto de crueldad con el lector. No se hace el héroe, algo que hay también que agradecerle es que no se hace el poeta. Hay en este libro una naturalidad que no se imita. No hay afectaciones líricas pero tampoco imposturas de (...)
"Este nuevo libro de Rafael Vargas sorprenderá al lector, sin duda. Le sorprenderá, por ejemplo, la osadía y la intención noble de que nace: convocar a doce «personajes históricos», doce iconos de la cultura de la izquierda (los doce apóstoles de su particular religión laica, su particular santoral (...)
Especialmente reseñable en este libro es el propósito de poner al alcance de los niños el lenguaje en verso, en forma de poesía épica, cual si de un antiguo juglar se tratara. El resultado no puede ser más interesante: seis historias ágiles, chispeantes, contemporáneas degustadas en un romance (...)
Sentiments, quimeres, idees i somnis, «amb certes pinzellades surrealistes i expressionistes, i sobretot, influenciat per la poesia avantguardista catalana de finals dels anys setanta».
La autora empezó a leer mitología "cuando tenía que estar leyendo cuentos infantiles", en la niñez, y entonces se dio cuenta de que en sus relatos se ven reflejados "todos los arquetipos y caracteres humanos que he conocido a lo largo de la vida".Cuando comenzó a escribir los casi 80 poemas que (...)
El árbol desnudo cuando llega la primavera ve como renacen sus hojas y sus flores como si naciesen del vientre materno, en este caso de la semilla del árbol, dejándose ver como un astro en el horizonte, brotan y toman principio, una cosa de otra manifestándose y todo es como poesías que (...)
El Río de la Vida es un paso más en mi existencia, dedicada cada día a cumplir con lo que Dios me depara. Hoy, en mi ancianidad, con mi deber cumplido, me recreo en hacer agradables las lentas horas de mi vejez, transformando mis sentimientos y vivencias en relatos y poesías.