José María Bueno Martín
La añoranza convierte la presencia en ausencia nostálgica de un tiempo primordial, cabe en la trastienda de los tiempos, tiempos ignotos, intuidos, amados, nunca encontrados. Por tanto, o convertimos la añoranza en presencia real de lo concreto, de lo sencillo, de lo cotidiano, o paramos la (...)