En palabras de Octavio Paz, la poesía de Luis G. Urbina "es una graciosa colina, que todos contemplamos con amor y a la que subimos con cierta nostálgica facilidad".
El escritor y crítico argentino Noé Jitrik nos presenta al evaluador: el profesor Segismundo Gutiérrez, un hombre de rutinas. Todo cambió cuando el profesor recibió una carta del mismísimo presidente de la República: se le anunciaba su incorporación al flamante Centro Nacional Único de Evaluación: (...)
Fabienne Bradu explora la obra del poeta chileno Gonzalo Rojas con una estrategia crítica capaz de ofrecer una verdadera cercanía al poeta y su pensamiento en la lectura de su poesía. Con una intimidad intelectual difícil de superar, Bradu vislumbra la tierra natal, el amor y el exilio de este (...)
Entre el amor, la soledad y el erotismo, los poemas de Subordinaciones reconstruyen la majestuosidad del trópico para devolvernos de nueva cuenta los valores que fundamentan y abastecen la vida humana, el origen del hombre y los vínculos que lo relacionan con el mundo de las cosas.
Poemas de juventud en los que se advertían ya las aptitudes que harían de él uno de los mayores poetas de México e incluso de habla española. La cadencia y el color de su poética corroboran la sensibilidad de este hombre del trópico.
Indagación de la literatura cubana desde los textos precursores de Antonio Bachiller y Aurelio Mitjans hasta las valoraciones consumadas de Cintio Vitier y Roberto Fernández Retamar. La crítica de este discurso le permite a Rojas advertir los cruces y desencuentros de tres cánones literarios: el (...)
Los Entremeses de Miguel de Cervantes Saavedra son farsas magistralmente escritas con lenguaje y temas populares, que el autor supo retratar y recrear con un realismo fascinante y reconocible aun en nuestro tiempo.
Juan Ruiz de Alarcón (1581-1639) fue un novohispano ejemplar que conquistó los escenarios de España en pleno bullicio del Siglo de Oro y cuya extensa obra dramática es una de las más reconocidas y leídas de Hispanoamérica.
Abarca la continuación de la segunda jornada y la tercera de una obra que rejuvenece en cada lectura y cuyas andanzas no han perdido con el tiempo ni un ápice de su aleccionadora vigencia, con sus personajes plenamente identificables en cualquier rincón de nuestro mundo actual.