Una duda razonable es la cuarta novela de la serie de  misterio victoriano protagonizado por el detective William Monk.
 En el hospital londinense Royal Free cada día se combate con la muerte; no con el asesinato. Así que el hallazgo del cadáver de  Prudence Barrymore, una amable enfermera de buena familia crea confusión  y asombro. Pese a que la policía señala que Kristian Beck, un médico  extranjero, es el culpable, la dirección del hospital encarga la investigación del caso a William Monk.
 Este, junto a la enfermera y amiga de la víctima Hester Latterly y el  brillante abogado defensor Oliver Rathbone, desvelará los secretos  intereses que en ocasiones empañan la imparcialidad de la justicia.