Sus propósitos son nobles, los métodos que emplea, cuestionables, pero los resultados siempre son los esperados.

El juego ha comenzado.

La sensualidad de Gisele deja huella, no solo en los corazones de sus víctimas, sino también en sus fortunas.

Idealista, arriesgada, atrevida y muy sensual son varios de los calificativos que podrían atribuírsele a esta moderna ladrona que se dedica a vaciar las cajas fuertes de sus víctimas para luego donar gran parte del botín.

Los años y la práctica han hecho de ella una delincuente sofisticada y muy cuidadosa cuyos pasos están completamente protegidos por su Equipo ajedrez, conformado por cinco piezas claves, dos caballos: Pegasso y Marengo, los acompañan dos torres: Eiffel y Big Ben, con ella a la cabeza como la dama, sacan lo mejor de su talento y obtienen lo que deseen de quien quieran.

Solo necesita cuatro semanas para ejecutar su plan y llevarlo a cabo en tres sencillos pasos: Estudia su próximo objetivo, lo seduce y luego se marcha con todo su dinero sin dejar rastro.

Sin embargo, esta vez, será diferente; por una parte, un empecinado detective sigue de cerca sus pasos, y por la otra, su víctima podría terminar siendo su victimario.