Reflexiones sobre la vida.

El autor propone que la fe no tiene sólo un fundamento religioso, sino que es una forma de vida que se debate siempre entre dos caminos posibles: uno es la fe compleja, sofisticada, que se acopla al deseo de poder y de seguridad que todo ser humano arrastra en sus genes; el otro es la fe sencilla, que renuncia al poder y a la seguridad, abriéndose a una vida que desborda al ser humano en todas sus facetas. La fe compleja es la que despliega toda su capacidad casuística para determinar principios, doctrinas y normas de vida. Es sin duda una forma de garantizar el poder. La fe sencilla es aquélla que acepta de buen grado el misterio de la vida, como si fuera un don divino, por lo que no sólo renuncia al poder material, sino también al poder de la definición precisa, de la doctrina que cierra el misterio. Por esta razón, el libro postula para nuestro tiempo la necesidad de vivir la fe sencilla, tanto como una vida sencilla capaz de generar un estilo de vida que haga frente a la hiper-modernidad: hiper-consumismo, hiper-sensorialidad, hiper-sensualidad, hiper-espiritualidad, etc. El individuo moderno se ve sometido al constante bombardeo de los medios incitándole a descubrir nuevas y mayores (hiper) necesidades, sin las cuáles no alcanzará jamás el "reino de los cielos". Y quizás una de las mejores armas contra ese bombardeo sea la interiorización de la fe sencilla.

Toda la reflexión anterior se articula sobre un estudio no técnico de una obra bíblica considerada la reflexión más cercana al espíritu moderno, a saber, la que ofrece el Libro de Eclesiastés. Esta obra presenta al legendario rey Salomón convertido en un sencillo predicador o maestro. Por supuesto, se trata de una ficción literaria, pero a través de ella se hace una aguda crítica a la fe que sirve de instrumento de poder y también de garantía de seguridad teórica (doctrina) y práctica (moral) para el creyente y la comunidad de fe. Por eso esta obra se presta extraordinariamente bien a una reflexión sobre la experiencia de la fe en general, y de la cristiana en particular, en el marco de la actual sociedad occidental, altamente sensibilizada sobre el poder de la religión y sus efectos, ya sean tóxicos o terapéuticos. La obra se cierra con un capítulo sobre la vida de Jesús, que no pocos especialistas consideran cercana al libro del Eclesiastés.