Cristóbal M. Orellana, S.J.
Nos acercamos al final del actual año litúrgico y al inicio de uno nuevo para el 30 de noviembre. Así como ocurre en el caso del año civil, sería bueno hacer una revisión a distintos niveles acerca de cómo hemos vivido este ciclo litúrgico y pensar qué podemos mejorar en el entrante, no sólo (...)