Susan Andersen
Jane estaba segura de que nada podía hacerle perder la cabeza… hasta que conoció a Devlin Kavanagh, el encargado de reformar la mansión que ella y sus dos mejores amigas acababan de heredar. Devlin irradiaba una sexualidad irresistible, pero Jane había visto cómo las pasiones desatadas convertían a (...)