Gómez Tárrega, Enrique
Es más sencillo conferenciar lo que no has vivido, que enjuiciar los comentarios. Tan dañina como una mentira premeditada, puede ser una verdad a medias. Julio Robles, felizmente casado y padre de dos muchachas adolescentes a las que adoraba. Él, que era un hombre tranquilo con una inteligencia (...)