CHRISTINE RIMMER
Un día era una correcta ejecutiva y, al siguiente, Celia Tuttle se enamoraba locamente de su jefe, el magnate Aaron Bravo, un soltero empedernido. Ella sabía que jamás se casarían, pero ¿qué podía hacer? Lo primero que debía hacer era jugar limpio, así que presentaría su dimisión y después (...)