Brenda Novak
Cuando Katie Rogers volvió a Dundee, Idaho, no fue por propia voluntad, sino porque estaba desilusionada, destrozada… y embarazada. Quería triunfar en la gran ciudad, pero en vez de eso estaba pagando un alto precio por confiar en el hombre equivocado.Booker Robinson era el hombre en quien nunca (...)