Rivero Álvarez, Octavio
Y, a pesar de las bombas y la injusticia, la pelota seguía corriendo. Con el ascenso de los gobiernos totalitarios, la humanidad se vio envuelta en conflictos que les costaron la vida a millones de personas, aun así, lo único que siempre daba alegrías eran veintidós hombres corriendo detrás de (...)