Jonay Rodríguez Pomares
El conformismo y la aceptación matan la imaginación, y con la imaginación muerta sólo podemos sentir, actuar y pensar como máquinas, colaborando con la involución que tanto nos degrada, en el atasco diario donde se atropella la dignidad y se convierte uno, y todos los demás, en míseros miserables. (...)