JENNIE ADAMS
¿En qué estaría yo pensando? Como si un vestido nuevo y un par de zapatos prestados, cargados de esperanzas y sueños, fuera a ser suficiente para que el guapo de mi jefe se fijara en mí. Después de todo, hace tres años que apenas ni me ve. ¿Por qué iba a fijarse ahora? Pero la noche pasada, cuando (...)