Rafael Osset Manso de Zúñiga
El día quince de octubre de este año, en el número ocho de la calle Carrera de San Jerónimo de Madrid, encima del famoso restaurante Lardy, en el piso tercero y, a las cinco de la tarde, la misma hora a la que empiezan las corridos de toros en Las Ventas, Alfonso Cabrejas, un muchacho alto, rubio, (...)