Esta novela parece escrita por los personajes más que por el propio autor, personajes borrados por el olvido histórico, que levitan en un espacio que podremos atrapar solo por un instante; porque El Porvenir de Juana Vizcaíno no tiene trama, ni obedece al esquema convencional esclavizado a un tema que se desarrolla de forma lineal hacia un desenlace. Juana Vizcaíno vive en un eterno presente que deja abierto todos los tiempos posibles en la incertidumbre de El Porvenir.