Tellado, Corín
Ana y el chófer: "Doña Patro Bedriñana suspiró ruidosamente. Era una dama de unos cincuenta y cinco años, de pelo blanco y sonrisa soñadora. Aún creía en los cuentos de hadas y en los amores románticos. Con otro suspiro, dijo:
—¡Es tan emocionante, Calixta!... Han llegado ayer, ¿sabes? Todavía no (...)