Alfonso Fernández Burgos
En el porche de una iglesia, «a espaldas de la casa de Dios» en palabras de una de las voces más singulares de esta novela , vive Manuel, un mendigo de cuyo pasado apenas quedan unos costurones de torero fracasado en las muñecas. Una mañana, como una aparición, llegará a ese mismo porche una (...)