VV.AA.
La poesía no fabrica cosas, las proyecta. Atrapa los hechos, los succiona; se vuelve miasma hasta dispersarse por completo. Hasta la síntesis épica de la propia trama de la vida. Una locura loca, tan común, como necesaria. Como apuntan Miguel García y Mª Ángeles Andreu en el prólogo, La Voz de los (...)