Sebastián Manuel Gallego Morales
El viajero el caballero venía como adormecido, y el caballo dio unpequeño resoplo tal vez de cansancio, el jinete se despertó.Ya estaban cerca de la ciudad, y el camino real, serpenteaba,para alcanzar las colinas de San Pedro y las Rodeas,abrió los ojos, estiró su espalda y sacó del camino al (...)