SHIRLEY JUMP
Lo que el escritor Dalton Scott necesitaba era tranquilidad, no un bebé en la puerta de su casa… pero era incapaz de cerrarla. Aunque se sentía completamente apabullado, se quedó perplejo cuando logró que la pequeña dejara de llorar. Poco después llegó Ellie, la preciosa madre del bebé, angustiada (...)