Tellado, Corín
No quise tu orgullo: “«No puedo dejarte nada, Marie. Hice lo posible y lo imposible por mantener esto firme, seguro para ti. Se lo prometí a tu padre, mi hermano, cuando falleció en aquel accidente que dejó inútil a tu madre… Pero no pude, Marie. No te asustes cuando leas mi pobre testamento.» Fue (...)