Con Amy, ya tenía una novia y un hijo, ahora sólo necesitaban un poco de amor... George Bentley era un maestro en el arte de la negociación, por eso cuando su madre le pidió que le hiciera un favor a una amiga, se dio cuenta inmediatamente de que estaban tratando de emparejarlo. Lo peor era que el (...)
¿Cómo que estoy detenida? Sarah Connelly, madre adoptiva de un bebé de cuatro meses, no podía creer que el hombre del que había estado tan enamorada estuviese metiéndola en un calabozo. El comisario Patrick Finnegan prometía sacarla de aquel aprieto, pero su confianza en él había desaparecido (...)
¿Sería un enfrentamiento con final feliz? En un rincón del cuadrilátero, representando a los hombres, está Cutter Thompson, el ex piloto más sexy de Miami. Él cree que los hechos hablan más que las palabras. Participar como famoso en un concurso de coqueteo en el que cada mensaje es analizado con (...)
¿Estaba ayudándola por lo que habían compartido en otro tiempo... o tendría algún motivo oculto? La popularidad obligaba a Dana Sterling a controlar sus sentimientos, pero cara a cara con Sam Remington después de más de diez años, el torrente de emociones se hizo sencillamente incontrolable. Lo (...)
Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.
La historia de la selección española nació en unos Juegos Olímpicos: los de Amberes, en 1920. Nombres como los de Zamora, Samitier, Pichichi o Belauste están unidos para siempre a la mejor leyenda de La Roja y dieron origen a la llamada furia española...
Un invitado del pasado…Tras un año difícil, Casey Caravetta tenía que hacer un esfuerzo para sonreír durante la ceremonia de renovación de votos matrimoniales de su mejor amiga. No había esperado encontrarse con Turner Kennedy, el primer hombre que le rompió el corazón.Turner era un hombre oscuro y (...)
Quedó hechizado por su inocente belleza.Condenada a una vida de normas y restricciones, la princesa Leila de Qurhah se sentía como una marioneta que bailara al son que tocaba el sultán. Desesperada por conseguir ser libre, sabía que solo había un hombre que tuviera la llave para abrir el candado de (...)