CLAUDIA VELASCO
Diego Vergara se marchó a Londres convencido de que su encanto, su estupenda formación académica y su prima, dueña de un famoso restaurante de lujo, le facilitarían un rápido y sencillo ascenso al éxito, al triunfo profesional que le permitiría cumplir sus sueños: un local en Ibiza, dinero y pocos (...)