LINDA GOODNIGHT
Quería enamorarla, pero... ¿se quedaría allí después para disfrutar de ese amor? Con un solo vistazo a aquellas botas polvorientas y a esas musculosas piernas cubiertas de tela vaquera, la enfermera Becka Washburn supo que habían llegado los problemas a la sala de urgencias. De cerca, el jinete de (...)