Conjunto de cuentos siniestros que muestran los nuevos valores de una sociedad indiferente y vacía, en donde el mayor logro es obtener la cifra más alta, sin importar cuántas cabezas se pisan o si la conciencia nunca vuelve a estar en paz.
El partido gobernante quiere implantar la llamada "Sociedad del Piticlim", con la intención soterrada de instrumentalizar a los ciudadanos mediante los teléfonos móviles. Quien se resista deberá ser eliminado. ¿La tecnología ha sustituido a la ideología?
¿Qué relación tuvieron los cátaros con el Grial? ¿Desaparecieron para proteger su secreto? Encuentran los cadáveres de dos hombres asesinados en Terrassa. Uno acababa de morir, el otro llevaba enterrado en ese lugar más de cuarenta años y portaba una cruz occitana de oro colgada al cuello. Los (...)
No te puedes perder este nuevo caso de la brillante policía Marina Altamirano. En esta segunda entrega de la trilogía conoceremos la increíble historia de los pasadizos secretos de la ciudad de Salamanca. Marina Altamirano, convertida en la detective estrella de la comisaria de Salamanca, (...)
Primera entrega de esta serie trepidante, que no podrás dejar de leer. Los detectives Marina y Carlos se enfrentan a uno de los casos más emocionantes y complicados de sus carreras. ¿Conseguirán descubrir al asesino? «Una sombra se desliza con sigilo por el largo pasillo de la segunda planta. (...)
El pasado regresa para ajustar cuentas con sangre y dolor. Una serie de muertes se suceden en Zafra, todas ellas con apariencia de suicidios, y el inspector jefe Solbes y su equipo se lanzan a la caza del causante de tanto horror. Durante la investigación, tendrán que indagar, treinta años (...)
Corazón de plata entreteje los hilos de un relato apasionado que lo mismo se nutre de la novela policiaca, que de la narración histórica y del romance contemporáneo.
Traducida al italiano, inglés, francés y alemán. «Lleva al lector por el bajo mundo, donde el narcotráfico, el contrabando de armas, su enfrentamiento con el FBI y su pasado, lo hacen vivir al extremo.» El Informador