La llama de la esperanza es aquella que nunca se debe apagar en nuestras vidas. Si tenemos fe y la esperanza siempre arde en nuestros propios corazones, entonces encontraremos sentido y valor a nuestra propia existencia. Ardiendo en esperanza no es solamente un simple poemario, ni es otro de tantos; es más que todo un regalo, un barco cargado de poemas que invitan al querido y apreciado Lector a maravillarse y enamorarse de la propia vida a pesar de todos los problemas. A salir adelante y esforzarse por cumplir siempre sus metas, y hacer realidad sus sueños, y al final, solo al final de todo, cada uno de nosotros, hombres y mujeres sobre esta tierra, llamados por Dios a ser felices, podamos escribir, un propio poema que enamore la tarde.