Ática es mi nombre es un recorrido por el mundo del Imperio Romano, cuya parte occidental va andando aceleradamente hacia su desintegración, víctima tanto de los propios errores de sus gobernante como de la perseverancia y estado de necesidad de los pueblos del norte del Rin y del Danubio.
Hechos acaecidos a caballo entre finales del siglo IV y primera parte del siglo V; y, en ese ámbito, los amores de un joven visigodo arriano y una dama antiocana, católica, de la corte del Sagrado Palacio en Constantinopla. Mosaico de los hechos puntuales más representativos de esa época, protagonizados por los personajes históricos, junto a los que desarrollan los de ficción.